Hasta la pregunta ofende.

(Post de mi viejo blog porque K quiere leer)

A mí en lo personal me ofende mucho que me digan por otro nombre siendo que sólo tengo uno y mis "sobrenombres" son abreviaciones de mi nombre. El único que tengo.

Tengo un amigo al que le digo Pepe y se llama César, no José César, no César José; sólo César pero yo le digo Pepe porque él me dice Pepe porque le dije que me llamaba Pepe y entonces Pepe es él y Pepe soy yo.

-

¿Han visto esa bolas mágicas que te dan respuestas a lo que sea que preguntas?, respuestas muy interesantes: sí, no, es probable, vuelve a preguntar.

Cuando fui a jugar billar por primera vez le pregunté a la bola 8: ¿ganaré? y esto fue lo que me dijo: 8.

No entendí y por si fuera poco: perdí.

-

A veces hago planes con tres años de anticipación pero la noche antes de lo que sea que vaya a hacer es cuando le pido permiso a mi mamá. Siempre me dice que sí. Yo amo a mi mamá porque una vez casi me lleva a Perú.

Hace tiempo yo era una persona muy irresponsable y siempre llegaba tarde a mis clases y preguntaba: ¿puedo pasar?, a veces podía y a veces no. Ya saben, ese dicho de "a veces se gana y a veces se pierde". Súper aplicable.

Oh, qué rayos, preguntar es sencillo, no tan sencillo como sacarse un moco pero lo es.

Muy sencillo muy sencillo, pero no me atrevo a preguntar:

¿Somos o no somos?

Que Dios me tenga en su gloria.