Y una araña en el bolsillo.

*Otra entrada vieja porque no tengo dignidad*

He decidido que cuando termine la prepa me tomaré un año sabático y seré lo que siempre he querido ser: una vagabunda, una pordiosera.

El día que me den mi título de Técnica en Telecomunicaciones iré a mi casa, se lo mostraré a mi mamá y lo pondré en la puerta de el refrigerador; después tomaré un pañuelo y un palo de escoba, meteré una bola de ligas, una caja de cerillos vacía y un portarretratos como mero cliché. También llevaré una mochila con 365 calzones, siete sombreros, tres bufandas y toda la felicidad que haya cosechado en un año y unos cuantos meses. Saldré y caminaré hacia donde el pasto es más verde.

Me dejaré crecer la barba y de vez en cuando me cortare el cabello con tijeras de punta chata, me sonaré la nariz con un pañuelo de seda y cuando esté muy sucio se lo regalaré a algún niño a cambio de una copa. Una copa C y una botella de vino.

Llegaré hasta donde mis pies me lo permitan, buscaré lugares fríos en primavera y en verano, cuando sea otoño me asentaré en un parque en París y veré la vida pasar hasta que sea invierno y sea momento de ir a Holanda a vivir de verdad. Todos los miércoles siete llamaré a casa sólo para darle mis coordenadas a mi mamá y que ella me localice en google maps o algo así.

Pueden acompañarme o sólo prestarme su baño si paso cerca de su casa, pero yo ya tengo un iPod con canciones finas, dignas de una vagabunda.

Adiós cerdos.